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En la actualidad, Sri Lanka no está pasando por un gran momento. Este país se está experimentando una grave crisis financiera y de divisas, además de sufrir grandes consecuencias derivadas de la pandemia de la Covid-19, la cual le ha hecho perder, entre otras cosas, sus ingresos turísticos.
Estos hechos, unidos con las sanciones que Estados Unidos impuso a Irán, las cuales prohibían realizar transacciones con los bancos iraníes, han provocado que el país se haya planteado pagar una deuda que contrajo con Irán, por importaciones de petróleo, mediante pagos en té. De este modo, el ministro de Plantaciones de Sri Lanka afirma que esperan enviar té por valor de US$5 millones a Irán cada mes hasta cumplir con el pago de US$251 millones. Ésta será la primera vez que se utilice el té para saldar una deuda externa.
El gobernador del Banco Central de Sri Lanka espera que puedan pagar la deuda "sin problemas", la cual vence en 2022 y para la que tendrá que cumplir con el pago de alrededor de US$4.500 millones de deuda el próximo año, comenzando con el pago de unos bonos soberanos por valor de US$500 millones en enero.
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Los iraníes, que son grandes consumidores de té, aceptaron el acuerdo. Este hecho, además, beneficiará a Irán pues no tendrá que gastar divisas extranjeras en la compra de té. De igual modo, también permitirá ahorrar a Sri Lanka las divisas que tanto necesita en estos momentos.
El ministro de Plantaciones de Sri Lanka señaló que este acuerdo no viola ni las sanciones estadounidenses ni las de las Naciones Unidas contra Irán puesto que el té es uno de los alimentos que puede enviarse por motivos humanitarios y, además, ningún banco iraní está involucrado en la transacción.
Críticas:
El portavoz de la Asociación de Plantadores de Ceilán señaló que este acuerdo era una "solución de parches por parte del gobierno". Así, argumenta que éste no beneficia a los exportadores puesto que a éstos se les paga en rupias, la moneda nacional de Sri Lanka, por lo que no les proporciona ningún valor real.
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